Florencia Araneda: En Miami nunca encontré mi luga, revela las razones de su regreso a Chile y habla las posibilidades de entrar a un reality
Florencia Araneda, la hija de Rafael Araneda y Marcela Vacarezza, ha decidido regresar a Chile después de pasar cuatro años en Miami, Estados Unidos. En una reciente entrevista con LUN, la joven de 20 años abrió su corazón y explicó por qué tomó esta significativa decisión.
Florencia compartió que, a pesar de haber formado un sólido grupo de amigos y estar inmersa en la vida académica en EE.UU., siempre sintió que su verdadero lugar estaba en Chile. “Me hice un buen grupo de amigos, fui al colegio y ahora estoy en la universidad en Estados Unidos, pero siempre sentí que mi lugar era Chile. Cuando venía a Santiago a ver a mi familia y a mis amigas, me encantaba estar acá,” expresó.
A lo largo de su estancia en Miami, Araneda descubrió que, a pesar de las ventajas y experiencias que vivió, nunca encontró un sentido de pertenencia allí. “Mucha gente se quiere ir a Estados Unidos, pero yo llegué más grande a vivir allá y en Chile tenía mi vida armada. Y en la medida que iban pasando los años, nunca encontré mi lugar,” explicó Florencia, agradeciendo a sus padres por permitirle vivir esta experiencia.
La decisión de Florencia no sorprendió a sus padres. “Comencé a hablarlo con mi mamá, que me entendió súper bien y me ayudó a planteárselo al papá. Él también me entendió súper y ambos me apoyaron en todo. Creo que todos sabían que yo me (quería) devolver,” dijo la joven.
A su regreso a Chile, Florencia enfrenta el desafío de vivir de forma independiente, habiendo arrendado un departamento para su nueva etapa. Para mantenerse, planea reactivar sus redes sociales, algo que le apasiona y que espera potenciar en su país natal. Además, continuará sus estudios en la Universidad Internacional de Florida a través de clases online y viajará a Miami “lo más que pueda” para ver a su familia y grabar el podcast "Tenemos que hablar," que comparte con sus padres y hermanos.
Por su parte, Marcela Vacarezza expresó que, aunque se siente tranquila con la decisión de su hija, no deja de sentir tristeza. “Es difícil soltar. Como chilenos estamos más acostumbrados a que los hijos se van de casa cuando se casan, pero eso ha cambiado. Uno siempre los ve más chicos de los que son, siempre. Y si no les funciona o les dan ganas de volver, nosotros las estaremos esperando con los brazos abiertos,” concluyó Vacarezza.
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